Hola,
Hace
tiempo que te hablo y no me escuchas, te alabo y me ignoras; sólo haces que
soñar.
Espero
no haberte hecho mucho daño con las pesadillas, los dolores de cabeza y las
paranoias nocturnas, es que no sé qué me pasa que ya no sé cómo llamar tu
atención.
Desapareces,
vienes y vuelves a desaparecer, y a mí me abandonas, como siempre en un pequeño
lugar de tu cabeza donde nadie me escucha.
A veces
te despiertas llorando sólo porque he querido ver si aún me notabas aquí
dentro, aunque tú prefieras esconderlo para los demás.
Y en
cambio cuando te duermo, no me ignoras, sólo porque te relaja seguir llorando
hasta rendirte, sólo porque tus ideas y tu pesimismo te nublan tanto de mí que
ya no consigues verme…. A veces me siento sola; si no me escuchas.
Y es
que parece que tu no seas yo o que yo no sea tu, parece que nosotras no podamos
conseguir aquello que tanto quisimos sólo porque no me conoces lo suficiente.
Sólo porque desconfías incluso de mi; desconfías incluso de ti misma.
¡Qué
pena llegar a esto!¡Qué pena que sólo veas esa pequeña parte de las cosas, esa
que te recuerda al pasado insatisfecho, al futuro no completado, al logro no
recompensado!
Qué
pena no poder ser de otra manera y no como piensas tu; ser otra persona…
No hay comentarios:
Publicar un comentario