martes, 1 de noviembre de 2016

SI PUDIESE DESCRIBIR

Si pudiese describir la persona con la que me gustaría conversar, en primer lugar diría, que sería alguien en concreto. Digo esto, porque no suelo “hablar o conversar”, con “todo el mundo”. Creo que por eso decidí acudir a ti. Pero bueno, en fin, si pudiese describir la persona con la que me gustaría hablar creo que lo que más la definiría sería la sinceridad y la ausencia de intereses ocultos sobre lo que le estoy contando. No sé si me he explicado bien, no es que piense que alguien vaya a conspirar contra mí, para nada. Simplemente, no soporto la condescendencia ni el ser pretencioso con los demás. No me gusta que saquen provecho de mí si no es consentido. Es decir, odio las calumnias y los cotilleos. Me gusta la intimidad y para ello necesito confiar en la otra persona y saber que ella confía en mí.

En segundo lugar, me gustaría que esa persona fuese “inteligente” y lo pongo entre comillas porque ni siquiera sé a que hace referencia esa palabra. Sólo sé que a la gente que admiro se la atribuyo indudablemente. Pues bien, esa “inteligencia” o cualidad, la noto bastante fácilmente en las personas; en la manera de hablar, de expresarse, en los temas de conversación, en los gestos. Me resulta bastante fácil saber si alguien me va a entender lo suficiente como para empezar a hablar. Supongo que ahorro energía, si veo que no noto “eso”, mi motivación baja en picado y suelo permanecer callada. Suelo mantenerme al margen y pienso en mis cosas.

En resumen, suelo buscar unas características que yo también veo en mí, reconfortándome de alguna manera. Sin embargo, hay otras cualidades menos exploradas en mí que me atraen de las demás personas. Me gusta ver la espontaneidad en la risa de los niños, me gusta la gente que se sale de las normas. Admiro la gente que hace locuras por amor, me gusta la gente que en definitiva, es pasional. Que deja la vida fluir, que no piensa en mañana. Estos hechos, o cualidades, o inteligencias, o simplemente rasgos de personalidad; son los que me gustan en una persona, y sé que seguramente no haya una persona que los reúna cada uno de ellos. No creo que eso me importe, creo que nadie es perfecto y nadie tiene que ser idealizado.
Aún y así, hay algo en algunas personas que no puedo soportar, y son aquellas con mentes pequeñas.


Hablo de mentes pequeñas a esas personas con pocas ideas, con límites, con represiones muy grandes, con falta de esperanza y con un carácter muy destructivo. No las soporto, pero paradójicamente, he convivido con muchas de ellas, y sin duda, me han hecho saber quien soy.

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