Hola,
Me ves. Soy yo. Estás en frente de mí. Muchas veces te
observo y te miro detenidamente y tu sólo en ocasiones logras reconocerme. Te
noto cansada ¿Te gusta lo que haces? ¿Lo sientes? Yo lo dudo. Observo como
empiezan a pesarte los años y como esas arrugas comienzan a señalar todos los
miedos que ocultas. Y tu los muestras como armadura.
Eres débil porque escondes tu
luz. Piensas que nadie va a poder verla, que es invisible. Si siempre la
escondes nadie la verá jamás. Permítete fallar, ser yo, ser tu.
Nacimos juntas, ¿recuerdas? Muy pocas veces hemos
coincidido y siempre pones la excusa de que no me encuentras preparada. Te
estoy dando una oportunidad, cógela. Sé esa persona por la que de verdad
luchas, pero de verdad, no me vengas con historias de madres y padres y no me
hables más sobre futuro, dinero y planes de ahorro. La vida que quieres esta
allí contigo pero nadie más que tu irá a buscarla. Sé libre, no te pongas más
cadenas que las que pone el tiempo. No intentes ser perfecta. No te
infravalores. No seas aquello que no quieres y atrévete a ser tal cual eres.
Mírate de frente y no esquivas. Y sobretodo, basta ya de excusas sobre el dinero.
Escribir y pensar siempre ha sido gratis. La libertad de expresión e
intelectual siempre será algo tan efímero, sincero y único que no necesitará
moneda de cambio.
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